Efecto mariposa.

Ella es mi mariposa en Japón que provoca una tormenta en Nueva York, pero a lo grande. 
Yo, iluso, con un corazón estructurado, con sus mil corazas dispuestas estratégicamente para que nada ni nadie pudiese rozarlo. Y ella, con sus manías, sus defectos y sus contras, parpadea un par de veces y acaba con todas y cada una de las corazas. Una y mil veces. Sin cansarse. Con sus bailes, sus caderas y sus pros abriéndome en canal, desordenando un poco más el desastre de mi vida. Provocándome tormentas a más de 1000 km de mí. Destrozando el pasado, para cambiar el presente y amoldarnos más a lo que viene. 
Una simple mariposa, una rubia sin pretensiones de frenar, cambiando el rumbo de una vida a la deriva, por una vida a su lado enganchados a la bebida. 
Qué haría Japón sin ti. Qué haría Nueva York sin ti. Qué haría yo sin ti. Estás en todas partes que aparecen por mi mente. Y ojalá te quedes por lo menos esta noche.

Promesas cumplidas con desilusiones esperadas.

Sonrisas a medias. Vasos colmados de promesas vacías, mentiras piadosas y besos de despedida en la mesilla de noche. Mi piel sin tu aroma, sin tus susurros al oído prometiendo que todo irá bien. Nunca te quise querer. Nunca quise perder la apuesta de quién se enamoraría antes. Nunca quise pagarlo tan caro. Me rompí la cara por ti y del corazón te encargaste tú. Aléjate de mí, vete lejos. Déjame solo en mi propia pompa de corazones de mármol, canciones en silencio y promesas cumplidas con desilusiones esperadas. "Cántame otra balada" te pedía mientras soplaba las velas que te rodeaban en la cama con la misma ilusión que soplaba las de la tarta. Esta noche búscame tú, yo ya estoy cansado.

No vale mirar atrás.

Hoy creo que en algún momento tuve miedo de no ver la realidad, de hacer verdad las mentiras, hoy pongo punto y final donde en su día coloqué una coma, hoy no hay vuelta atrás, ni camino diferente ni ideas que cambien lo que pienso, hoy ni si quiera esas palabras embrujadas me harán cambiar porque ya me las conozco, hoy he aprendido que no hay excepciones que confirmen reglas, ni momentos buenos lo suficientemente reales, ni si quiera las suficientes personas que soporten la presión de intentar partirte el cielo mientras tú te partes de risa.

Mentiras verdaderas

No está mal ocultar ciertos secretos al resto, es más, todos lo hacemos. Pero no hay peor daño que los secretos que nos ocultamos a nosotros mismos... supongo que en la mentira, en cierto modo, es el lugar donde todos recreamos nuestra propia felicidad.

Chico triste vs Chica feliz

Chico triste busca chica feliz que le alegre los días.

Chica feliz no busca, pero es encontrada.

Chico triste se sienta en frente de chica feliz en el tren. Todos los días se cruzan en el andén y acaban sentándose así. Se sonríen. No saben nada el uno del otro. Solo conocen sus miradas, sus sonrisas, y algún bostezo de chico triste.

Los dos llegan a casa.

Chico triste se sienta en el sofá con su lata de cerveza, un bolígrafo y un cuaderno. Escribe sin pensar. Todo lo que le quema por dentro lo plasma en el papel. Se desahoga.

Chica feliz cena con sus amigas. Se cuentan cotilleos, hablan de fiestas futuras, viajes que prometieron hacer... Llega a casa y se prepara la cena. Se tumba en la cama y lee alguna novela que alguien le recomendó.

Dos vidas muy diferentes, pero, aunque no lo sepan, tienen algo en común: los dos duermen solos. No se abrazan a nadie en noches frías, ni tienen a esa persona que te mancha la cama de migas del desayuno.

Hoy chica feliz, sin darse cuenta, antes de dormir, en "su momento de reflexión", como dice ella, ha pensado en él.

Chico triste habitúa a comer techo cada noche. Sí, piensa en ella. Piensa en ese momento en el tren, cuando, mirándose en la ventana del vagón, chica feliz se peina y sonríe pensando en lo bien que le ha ido el día.

Chico triste se decide y hoy va a hablar con ella.

Se sienta en el asiento de siempre. 

Chica feliz no está.

Chico triste... está triste. Se ha dado cuenta de que el simple hecho de ver en el vagón a aquella chica de labios rojos, pestañas largas y olor a "estoy bien, nada me preocupa", le produce una sensación parecida a eso que suelen llamar felicidad. Un motivo por el que levantarse cada mañana, eso que hace la soledad más amena, y le hace sentirse vivo. Chica feliz.

Chico triste llega a casa,  se pone una copa del whisky más barato y empieza a leer todo lo escrito días antes. Las letras se mueven. Forman la sonrisa de la chica feliz, después sus finas piernas andando por el andén. El ruido de los tacones los escucha en su cabeza. Chico triste rabia. Chico triste desangra desamor. 

Chica feliz no es más que una invención de chico triste para ser un poco feliz. Chico triste ha llegado a casa hace unas horas cansado de esperar a que aparezca una chica feliz en el andén. Se ha sentado en el sofá con su lata de cerveza y se ha puesto a escribir estas líneas.

Chico triste, sonríe, me digo.

Se busca.

Para todo o para nada, para siempre o para nunca. Una amistad esa cadena que ser forja desde que no tienes consciencia, que puede romper cualquier cosa. Algo tan fuerte y efímero a la vez, algo tan necesario que no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Dijeron siempre, yo me lo creí. Veinticuatro horas al día, trescientos sesenta y cinco días al año, de esas amistades que la gente puede empezar a dudar si somos o no siameses. Pues el problema llega cuando falla, cuando falta, cuando se necesita como el respirar. Meses de ignorancia que lo único que provocan son miles de recuerdos, miles de momentos, y al decir miles es quedarse corto, simplemente porque mi estúpida mente no puede recordar más, demasiados. Escribo esto aún sabiendo que el destinatario no lo leerá y si no queréis perder una parte vuestra, una parte de vuestro puzzle, obviad el orgullo como podéis ignorar lo más repugnante que conozcáis. Hermanos de distinta madre.

No olvides.

Se olvidaron de las caricias. Es más fácil recordar el daño hecho que el que te han hecho.
Te pedí que me castigaras y llevo años sufriendo esta condena ¿No te das cuenta que ya nada de esto merece la pena?
Deja de correr por mis venas, joder. Te las das de heroína, y tienes razón: me colocas y me salvas. Pero déjalo ya.
Sal de mí, por favor. Llévate las venas si quieres y demuestra que se puede dar la vuelta al mundo con ellas.
Mi corazón tiene una coraza. Sabes que es frágil y no haces más que romperla con tu silencio.
Mis ojos están en sequía y necesitan lluvia. No seas tú la que se encargue de dármela, va?
Ay, ojalá me leyeras y te encontraras entre todas las líneas.
Aunque vengan mejores, no me olvides.

De todo a nada.

Y es que no le encuentro otra explicación a la de que tengan un botón de olvidar todo. Juguetes olvidados en el fondo de un baúl, donde un día fuiste útil y serviste para algo más que entretener. ¿Pero qué más da? Los tiempos buenos se acabaron, eso de borrón y cuenta nueva está muy bien, pero, ¿y si llevas 1828 borrones? La ilusión se pierde evidentemente al empezar una historia sabiendo como acabará. El problema lo tienes tú, que vas a ciegas, con una venda en los ojos, a 200 km/h y sin frenos y encima eres tan tonto como para pensar que no te vas a estrellar. Como buen loco e inocente, me levanto. De ilusiones se puede vivir, hasta que llega el momento en el que te despiertas, ves lo que pasa realmente y es cuando te arrepientes de aquel primer intercambio de palabras que quizás nunca debió de pasar. Por tú bien y por el de ella... bueno, el de ella no, para ella ser un simple trofeo más. Desde aquí aviso, no soy reciclable, no de usar y tirar. El que se arriesga gana, y conmigo puedes ganarte hasta el cielo. 

El amor es muy bonito, pero para quien lo tiene.

Cuándo parece que llega, cuándo parece que es la correcta, que encajáis como dos piezas de un puzzle, cuándo todo está bien, cuándo ves que todo va a mejorar, cuándo piensas que le importas. Después de pensar todo eso, llega ese 'zas' que me despierta y me hace ver la puta realidad. Ver a una persona de una forma, sabiendo que eres capaz de que ría hasta en los peores momentos, hacerla feliz, mientras tu piensas eso, ella no piensa nada de ti directamente, otro más, de su historial, otro más, para el cajón del pasado. Esta sensación tiene nombre, uno lo llaman 'impotencia', otros la sensación de a ver hecho el tonto. Dar mucho por alguien, dar y no recibir. 

Como todas las historias o cualquier película, el principio es muy bonito, pero no es eso lo que de verdad importa, lo que importa realmente es que haya final feliz y que sea contigo. Y sí, que el amor es muy bonito, pero para el que lo tiene.

                                                                       
                                                                   ¿Tan difícil es?

Pasado (?)

- ¡Hola! :)

- No. No me hables. Solo me traes montones de estúpidos recuerdos, ¿y sabes qué más traes?. Sentimientos. Mis malditos sentimientos por ti. Así que deja de hablarme antes de que me gustes de nuevo y se repita la misma historia.

Cuatro Seis Cero.

Nunca diría que unos números me marcarían tanto, te separan de lo que quieres, de lo que te importa realmente, ¿pero y qué importa? ¿acaso unos kilómetros no son simplemente números? Esa distancia, esos números  no me van a separar de lo que me importa, porque aunque esté lejos, la siento cerca, sé que está a mi lado. Lo que está claro es que la distancia separe algo tan grande como esto. Sí, se puede echar mucho de menos a alguien si no recibes un "hola" suyo en menos de 12 horas, porque con ver a esa persona, aunque sea detrás de una pantalla, llegan las mariposas al estómago. Soy de los que luchan por lo que quiero, y sí, a ti te quiero , como hacía tiempo que no hacía, por no decir nunca. Por otra parte, está la impotencia de sentir cerca y a la vez lejos, pero ¿son números? Coge un mapa, cuenta los dedos que hay entre nosotros, ¿poco? pues divídelo entre 1000000, a esa distancia te quiero yo. Por esas personas como tú planteo secuestrarte y escaparnos lejos, dónde nadie ni los kilómetros nos molesten. Fuck distance. Smoke distance. Eme.

Si te caes, me acuesto contigo.

¿Que hacer cuándo todo va mal? ¿Cuándo todo lo que crees que era blanco ahora es negro? ¿Si me caigo me levanto? Cosas fácil de decir, pero cuando no hay fuerzas para levantarte es cuando viene alguien, te coge de la mano y  te anima a seguir intentándolo. En el suelo no se consigue nada, hay que luchar por lo que quieres, aunque lo que quieres esté a kilómetros de distancia. Lo bueno se hace esperar. De las frases que se suelen decir, en la única que creo es en la de que cuando menos te lo esperas llega alguien especial y te arregla el momento. Todos buscamos esa persona que te convierta lo negro en blanco, las lágrimas por sonrisas o los kilómetros por centímetros, ¿pero sabes que pasa? Que si tu caes, yo caigo, que si tu te caes, yo me acuesto contigo.

  ∞ ¿recuerdas?

Esas personas que te enamoran y luego te ignoran.

Soy de los que piensa que enamorarse está bien, son cosas de la vida. El problema llega cuando esa persona es la equivocada, pero en parte no es un problema, te ayuda a darte cuenta de que esa persona ya no la tienes como tal, ya solo la ves como un error, una piedra en tu camino. 

Esa persona por la que das todo y solo recibes desprecio o incluso peor pienso yo, la ignorancia. Pienso que es mejor que te ignoren desde un principio antes de que te ilusionen o enamoren. Esas personas que te enamoran y luego te ignoran, esas personas que espero que algún día les pase lo mismo y acaben igual de jodido que a todos los que nos ha pasado esto. Canciones, calles, acciones o incluso frases que te recuerdan a esa persona. Mientras que lo que desmotiva es que lo máximo que llegue a acordarse de ti por lo que parece sea de tu nombre. 

Meses sin ver a esa persona, tú tan feliz pensando que estaba olvidada, hasta que llega esa mirada que te cambia todo, y llegas al punto que llegas que no sabes si ese vuelco que te da el corazón es de odio o de amor. Espero que sea de lo primero. No podría dar consejos porque no sirven para nada, uno no elige de quien se enamora pero obviamente, antes de confiar en esa persona por mucho que creas que la conozcas y confías en ella, párate a pensar que puede ser una de las personas que te enamoran y luego te ignoran.

- Me han roto el corazón.
+ ¿Te ayudo a repararlo?
- Le faltan pedacitos.
+ Entonces romperé el mio para completar el tuyo.

- ¿Escuchaste la nueva canción "Eres el amor de mi vida"?
+ No, ¿quién es el artista?
- Tú.

-  Vamos a darnos un tiempo.
+  Vale, yo te doy las 4:30, ¿y a mi?
-  No lo entiendes, que se acabó.
+ Pues voy a comprar más.
- Estás loco.
+ Por ti.

Solo TÚ.

No quiero otros besos, ni otros abrazos, ni otro número de teléfono que me llame por las noches. Porque me encanta tu sonrisa, la adoro. Adoro tus abrazos y tus locuras. Me encanta que me hagas reír. Me gusta cuando me miras y te ríes sin ninguna razón. Adoro que me hagas tus típicas bromas aunque me enfade y creas que las odie. Adoro tu forma de hablar, tus gestos... Me encanta estar contigo porque se me olvida todo. Supongo que todo esto no me encanta. Solo me encanta porque lo haces tú.

- Te quiero.
+ ¿Me lo prometes?
- No, mejor te lo demuestro.

Tu puta sonrisa.

- ¿Puedo confesarte algo?
+ ¡Claro!
- Tu sonrisa es la más bonita que he visto nunca.
+ ¿Puedo confesarte algo yo también?
- ¡Claro!
+ Esa sonrisa solo existe cuando estoy contigo.

Felicidad, algo relativo.

¿Para qué dar todo por alguien que sabes que pasa de ti? Lógica no encontrada, al igual que porque escribo esto sabiendo que le importo lo suficiente poco como para no leerme. Importarle solo cuando necesita un hombro, pero en el momento que lo tiene lo deja. ¿Todo por qué?. El motivo debe de ser no ser lo suficiente mala persona, ser bueno no trae cosas buenas... ¿Karma? cada vez creo menos en ti.
También me veo con parte de culpa, porque atraerte personas que sabes que te harán daño, pero aún sigues acercándote cada vez más, y ya conocéis el final, aquí me encuentro, escribiendo cosas que no debería. Nadie escribe cosas cuando está feliz y contento. Me considero una persona feliz, pero, siempre está el 'pero', y si, tu eres eso 'pero' que se entromete en eso que llaman felicidad.