Chico triste
busca chica feliz que le alegre los días.
Chica feliz no
busca, pero es encontrada.
Chico triste se
sienta en frente de chica feliz en el tren. Todos los días se cruzan en el
andén y acaban sentándose así. Se sonríen. No saben nada el uno del otro. Solo
conocen sus miradas, sus sonrisas, y algún bostezo de chico triste.
Los dos llegan a
casa.
Chico triste se
sienta en el sofá con su lata de cerveza, un bolígrafo y un cuaderno. Escribe
sin pensar. Todo lo que le quema por dentro lo plasma en el papel. Se desahoga.
Chica feliz cena
con sus amigas. Se cuentan cotilleos, hablan de fiestas futuras, viajes que
prometieron hacer... Llega a casa y se prepara la cena. Se tumba en la cama y
lee alguna novela que alguien le recomendó.
Dos vidas muy
diferentes, pero, aunque no lo sepan, tienen algo en común: los dos duermen
solos. No se abrazan a nadie en noches frías, ni tienen a esa persona que te
mancha la cama de migas del desayuno.
Hoy chica feliz,
sin darse cuenta, antes de dormir, en "su momento de reflexión", como
dice ella, ha pensado en él.
Chico triste
habitúa a comer techo cada noche. Sí, piensa en ella. Piensa en ese momento en
el tren, cuando, mirándose en la ventana del vagón, chica feliz se peina y
sonríe pensando en lo bien que le ha ido el día.
Chico triste se
decide y hoy va a hablar con ella.
Se sienta en el
asiento de siempre.
Chica feliz no
está.
Chico triste...
está triste. Se ha dado cuenta de que el simple hecho de ver en el vagón a
aquella chica de labios rojos, pestañas largas y olor a "estoy bien, nada
me preocupa", le produce una sensación parecida a eso que suelen llamar
felicidad. Un motivo por el que levantarse cada mañana, eso que hace la soledad
más amena, y le hace sentirse vivo. Chica feliz.
Chico triste
llega a casa, se pone una copa del whisky más barato y empieza a leer
todo lo escrito días antes. Las letras se mueven. Forman la sonrisa de la chica
feliz, después sus finas piernas andando por el andén. El ruido de los tacones
los escucha en su cabeza. Chico triste rabia. Chico triste desangra
desamor.
Chica feliz no es
más que una invención de chico triste para ser un poco feliz. Chico triste ha
llegado a casa hace unas horas cansado de esperar a que aparezca una chica
feliz en el andén. Se ha sentado en el sofá con su lata de cerveza y se ha
puesto a escribir estas líneas.
Chico triste,
sonríe, me digo.
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