Seguidores

miércoles, 15 de mayo de 2013

Se busca.

Para todo o para nada, para siempre o para nunca. Una amistad esa cadena que ser forja desde que no tienes consciencia, que puede romper cualquier cosa. Algo tan fuerte y efímero a la vez, algo tan necesario que no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Dijeron siempre, yo me lo creí. Veinticuatro horas al día, trescientos sesenta y cinco días al año, de esas amistades que la gente puede empezar a dudar si somos o no siameses. Pues el problema llega cuando falla, cuando falta, cuando se necesita como el respirar. Meses de ignorancia que lo único que provocan son miles de recuerdos, miles de momentos, y al decir miles es quedarse corto, simplemente porque mi estúpida mente no puede recordar más, demasiados. Escribo esto aún sabiendo que el destinatario no lo leerá y si no queréis perder una parte vuestra, una parte de vuestro puzzle, obviad el orgullo como podéis ignorar lo más repugnante que conozcáis. Hermanos de distinta madre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario